¿Cómo reconocer el déficit atencional?
En este artículo se presentan recomendaciones sobre cómo reconocer el posible déficit atencional de los hijos y también se sugieren actividades para ayudarlos a mejorar su atención y estimular la memoria.
Un niño inquieto, movedizo y que no presta atención no generaba preocupación entre los papás porque pensaban que se trataba de un comportamiento habitual. Sin embargo, a fines de 1980 los docentes en Bolivia empezaron a preocuparse por las dificultades que presentaban algunos de sus estudiantes en el aprendizaje y en otros casos el retraso que mostraban. No era para menos, estaban frente a una situación que en algunos países se conoce como trastorno por déficit de la atención y en nuestro caso lo conocemos como déficit atencional.
Se trata de un trastorno que se presenta desde los primeros años de vida y se caracteriza por una dificultad o incapacidad para mantener la atención en algo, explica Olivia Loayza, especialista en psicología infantil.
Son muy variadas las teorías que tratan de explicar las causas de este desorden, pero encontramos dos que son centrales: que el niño haya recibido un golpe o que un niño se haya desarrollado invadido con muchos estímulos como la radio, la televisión, internet u otros. Este último es quizá el más frecuente y se conoce como déficit atencional social debido a que hoy los menores están rodeados de muchos estímulos que les confunden y no les permiten fijar la atención en una sola cosa.
Afortunadamente en la actualidad existen recomendaciones para tratar esta dificultad, por lo que detectar el trastorno en nuestros hijos no debe causarnos aterrorizarnos. En caso de lesión cerebral, en cambio, se necesita la pronta intervención de un neuropsicólogo.
Los padres de familia deben prestar mucha atención a sus hijos e hijas para evitar que esta dificultad se convierta en un problema, pues de no ser tratada tiende a convertirse en una deficiencia en el aprendizaje, manifestada en bajo rendimiento escolar y problemas de comprensión, entre otros.
CÓMO RECONOCER EL DÉFICIT ATENCIONAL
Existen algunos síntomas que pueden ayudar a detectar esta dificultad. Hay que prestar atención a si su niño o niña:
Es exageradamente movedizo, si tiene algún tic, si permanentemente está haciendo temblar sus rodillas o no puede quedarse quieto por más de cinco minutos cuando está sentado.
Se distrae apenas aparece algo en su entorno que le impide continuar sus tareas.
Deja las cosas a medias porque se distrae permanentemente.
Tiene una atención breve, en comparación con el rango promedio atencional de un niño que va de 2 a 5 minutos.
Le resulta dificultoso leer un texto y aprenderlo.
Se levanta con frecuencia de su lugar cuando está en clases.
Frecuentemente es activo en situaciones donde no es apropiado.
Tiene dificultad para hacer cosas en forma tranquila.
Está como si "no se le acabaran las pilas", como se suele decir.
Habla en forma excesiva.
Responde antes que la otra persona termine su frase.
Tiene dificultad en esperar su turno.
Parece no escuchar cuando se le habla.
No sigue las instrucciones o falla en terminar las cosas.
Suele mostrar dificultad en organizarse.
Suele evitar situaciones que implican mantener un nivel constante de esfuerzo mental.
Pierde cosas.
RECOMENDACIONES PARA LA FAMILIA
La ayuda de la familia es valiosa para superar esta dificultad al igual que la de los docentes:
Se requiere realizar ejercicios para fijar la memoria de los niños o niñas. Por ejemplo, se les pueden mostrar algunas cosas y luego preguntarles . Si el niño o niña no puede decir qué le han mostrado es un indicador de déficit atencional.
La televisión puede resultar un problema y por eso se recomienda darles horarios que deben cumplir rigurosamente.
Evitar lesiones en la cabeza de los niños.
Se puede estimular la observación de los hijos jugando a reconocer los "petas" entre todos los automóviles que transitan por la calle.
Si los papás son comerciantes se pueden realizar ejercicios matemáticos simples para ayudar a ejercitar la memoria de los niños o niñas.
Fijar la atención de los hijos sentándose juntos en un lugar para en una obra de arte, un partido de fútbol, etc.
Ir al mercado e indicarles diferencias de la fruta o vegetales para que puedan escoger determinado color de papa, etc.
martes, 19 de junio de 2007
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