EL PAÍS
Norberto James ve al país con
fachada moderna y fracasado
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POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El poeta petromacorisano Norberto James, quien imparte docencia preuniversitaria en Estados Unidos desde hace una década, consideró ayer que el país tiene una fachada moderna, pero con instituciones viejas.
Indicó que la República Dominicana es un país fracasado. Cree que si Duarte reapareciera se daría cuenta que buscó la mejor salida: el exilio.
“Duarte no aceptaría esto como su sociedad”, agregó. Piensa que si el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó resucitara tomaría las armas de nuevo.
Cree que hasta que no se modernicen las instituciones no habrá modernización de esta sociedad. Se refiere no sólo a las instituciones estatales, sino a las sociales.
“Si uno lee los periódicos de hace diez o quince años y lee un periódico de hoy le va a dar la impresión de que está leyendo el mismo periódico. Eso significa que nada ha cambiado. Uno ve la gente con cubetitas buscando agua y eso lo vimos desde 1960”, dijo.
La gente quiere dinero fácil, dijo, porque ha visto ejemplo repetido de personas que se han enriquecido fácilmente y todo el mundo cree que esa es la fórmula más aceptable.
Señaló que el gusto de ganarse algo por su propio esfuerzo ya ha perdido en la sociedad dominicana y todo es en nombre de una supuesta modernidad.
Los valores de esta sociedad están revertidos, dijo, y que la gente está cansada de luchar y tiene la impresión de que no vale la pena. El cansancio se siente en la población cuando trata de hacer cambio y no consigue nada.
El autor del famoso poema “Los inmigrantes” dijo que en la sociedad dominicana se ha perdido la palabra “nosotros” y se ha diluido el concepto “solidaridad”.
Lamentó que en esta sociedad prima el concepto de “sálvese quien pueda” y todo el mundo está tratando de salvarse como pueda.
“No la veo como una comunidad unificada, sino como individuos. Es una sociedad hiperindividualista, donde cada cual lucha por sí mismos, no piensa en términos de comunidad”, señaló.
Expresó que existe la tendencia de culpar a la sociedad norteamericana de casi todo lo que sucede en el país y que los dominicanos han copiado las cosas peores de Estados Unidos.
“No podemos pensar de hacer un cambio social radical, si no somos capaces de cambiar nosotros individualmente. Esa revolución comienza en nosotros mismos y luego se extiende a los vecinos”, dijo.
Los ideales de los jóvenes revolucionarios asesinados en la década del sesenta y setenta, dijo, no se perdieron, sino que están congelados, pero resurgirán.
Vaticinó que si las cosas siguen como van, en el país se producirá un cambio violento, aunque los cambios violentos no siempre funcionan, de modo que se debe buscar otra salida.
James vive en Estados Unidos desde 1983. Su poema “Los inmigrantes”, dijo, es un homenaje a los cocolos que vio irse de Santo Domingo cuando empezaron a venderse los ingenios en la década del 60.
Los tres poetas dominicanos que han influido en su obra son: Pedro Mir, Héctor Incháutegui Cabral y Francisco Domínguez Charro.
James nació el 6 de febrero de 1945 en el ingenio Consuelo, de San Pedro de Macorís. En la Universidad de La Habana hizo la licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas y en la Universidad de Boston hizo la maestría y doctorado en Lengua y Literatura Hispánicas. Es profesor de la escuela pública Boston Latin School.
sábado, 14 de julio de 2007
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